13 abril 2007

Merca-Ayuntamiento de Lugo

No es fácil encontrar una ciudad pequeña con tal cantidad de hechos oscuros en su Ayuntamiento. Y eso pese a que la política municipal fue siempre campo abonado para arribistas, vividores y mercachifles.
Pero vayamos por orden. El primer alcalde de Lugo fruto de las elecciones tras la muerte de Franco, el abogado José Novo Freire (1979-1983), UCD, se vio complicado en el intento, luego fallido, de expolio de terreno público en la plaza Fonte d'os Ranchos; a fin de que conocidos constructores levantasen un edificio, del que Novo Freire sacaría tajada.
El segundo, el aparejador y socio de "Construcciones Rozas" Vicente Quiroga Rodríguez, estuvo dos mandatos: uno con AP (1983-1987) y otro como independiente apoyado por Coalición Galega y PSOE (1987-1991). Durante su doble mandato, protegió la "cultura del ladrillo" como fin principal. Y, para construir aparcamientos subterráneos, arrasó en la plaza del Ferrol una especie casi única y centenaria de árboles; y una necrópolis tardo-romana en la plaza de la Constitución. También quiso rellenar con hormigón la muralla romana; "para que no se caiga", según dijo.
El tercero, el ingeniero de Caminos Tomás Notario Vacas (1991-1995), PP, fue elegido pese a que fuera alcalde en el franquismo y postfranquismo (1971-1977). Y pese a que era notorio que en este periodo sacó, entre otros lucros, pingües beneficios de favores en las licencias de obra, como la del hotel Husa en el solar del antiguo cementerio.
El cuarto, el biólogo Joaquín García Díez (1995-1999), PP, mantiene hoy cuidadosamente en silencio que en 1991 --época PP-- se aprobaron los derechos de edificación en los límites de las Cuestas del Parque (parque de Rosalía de Castro), una de las zonas de esparcimiento de Lugo; a pesar de la destrucción de paisaje que acarrearán los edificios. Y es el candidato del PP el 27 de mayo.
Y el quinto, el profesor José López Orozco, PSOE, también estuvo dos mandatos como Vicente Quiroga: el primero (1999-2003) en coalición con BNG, y el segundo a punto de terminar; y busca la reelección el 27 de mayo. Promocionó "el ladrillo" en Aceña de Olga, barrio de las inmediaciones del río Miño, sin preocuparle el paisaje; promociona en este sitio, aunque dañaría el parque Marcos Cela y hay zonas alternativas, la construcción del nuevo puente sobre el Miño; hace oídos sordos a las peticiones de que paralice la construcción de los edificios vecinos a las Cuestas del Parque, y a los que protestan por la prolongada obra en la ronda que rodea la muralla.
Con lo que hemos referido de la historia del Ayuntamiento de Lugo, ¿cómo va a sorprendernos que este alcalde, igual que haría cualquiera de los otros, haya tomado partido por Mercadona en el conflicto que lo enfrenta a CNT, y que aproveche cualquier situación, o la exagere si no es preciso inventarla, para que los cenetistas se cansen y renuncien a la lucha?
El pasado 28 de julio de 2006, los cenetistas hiceron a la noche propaganda de la concentración del día siguiente, 29 de julio, ante la sucursal de la plaza Fonte d'os Ranchos. Aquella propaganda, inofensiva a todas luces, trajo consigo que la Policía Local identificase a cuatro miembros de la CNT. Y, con fecha 12 de abril, es decir, ayer, los cuatro cenetistas recibieron un expediente sancionador, con una multa de 300 € a cada uno, por "colocar pegatinas e carteis reivindicativos en diverso mobiliario urbano".
Lo curioso, y hasta gracioso, de todo esto es que, al día siguiente, no había rastro de la propaganda, ni ésta había producido daño alguno. Y nosotros nos preguntamos: ¿Por qué raramente se sanciona a los hijos de papá que, en las noches de movida, rompen o queman mobiliario urbano, o que embadurnan con pintura todo lo que encuentran?
Y dado que Mercadona tiene proyectos, no totalmente confesados, de ampliación en la ciudad de Lugo, seguimos preguntándonos: ¿No será que Orozco supone que saldrá reelegido, y tiene miedo a perder la canonjía con que "alcapone" Juan Roig subvenciona las componendas municipales?